lunes, 28 de febrero de 2011

Guion X-Men 4 - por DarkPhoenix

Magneto está sentado en la blanca sala de visitas de un hospital, frente él, un hombre joven: Pyros, su cara se nos descubre semideformada, como si le hubieran intentado arrancar la piel a tiras, secuelas de los efectos del Fenix en Alcatraz. Magneto le confiesa que la cura no funcionó del todo, y que poco a poco está recuperando sus poderes, y como él lo estarán haciendo los demás mutantes. Está sediento de venganza, los humanos ya atacaron primero, ahora les toca a ellos actuar.


Mientras tanto en la Mansión, los efectos de la vuelta de poderes se dejan notar en Pícara en el momento más inoportuno, en un momento íntimo con Bobby, y la chica vuelve a maldecirse por haber vuelto casi a dejar a su novio en coma. Son espectadores todos los moradores de la Mansión a través de la tele del error de la cura, ex-mutantes en prisiones ordinales que escapan utilizando su fuerza, algunos que se unen en busca de venganza.


En la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos pide explicaciones del fallo de la cura, pero ya no es eso lo que le preocupa, sino la nota anónima que ha recibido de un supuesto mutante que le declara la guerra a la nación y amenaza con hacer lo mismo al resto del mundo. El presidente está seguro de que la autoría ha de otorgársele a Magneto, y pone precio a su cabeza.


En la Mansión, Logan mira las tres tumbas que presiden el jardín. Acaricia suavemente el nombre de Jean Grey, en relieve grabado en la lapida de piedra, y suspira. En la Mansión las cosas parecen ir bien, aunque Logan y Tormenta tienen una conversación en la que manifiestan su necesidad de volver a tener un telépata. Henry McCoy les habla de una telépata a la que conoce, Emma Frost, que ya tenía experiencia en colegios similares al Instituto de Xavier. Así pues, Bestia presenta a Emma Frost a la escuela.


- Tormenta (la mira con recelo): “No me huele bien”

- Logan (la tranquiliza): “Bueno, lleva perfume del caro”.


Así empieza Frost su etapa en la escuela, mostrando mayor predilección por las hermanas Stepford, unas trillizas de tan rubio platino cabello como el de su mentora, igual de inteligentes y maquiavélicas, que siempre la rodean, vaya donde vaya.


- Emma Frost: “Chicas, creo que deberíamos…”.

- Stepford (al unísono): “Sí, señorita Frost, sabemos exactamente lo que va a decir, y nos parece una gran idea”.


En esos días, Tormenta recibe una inesperada llamada de Moira MacTaggart, con una aún más inesperada noticia: Charles Xavier, antes de su muerte, y como telépata que es, había transferido su mente consciente, y en sí todo su ser a un cuerpo inerte sobre el que la doctora Moira trabaja. El relato conmociona a todos, y Tormenta decide preparar un viaje con Emma Frost hacia Gran Bretaña para visitar a Xavier.


Una noche, mientras Logan toma un cerveza en el Harry’s Bar, en Salem Center, un hombre encapuchado y de ojos rojos se le acerca y le dice que conoce el paradero de un hombre-x extraviado.


Suponiendo que se trata de Scott, Logan y el misterioso personaje, Remy LeBeau, parten en el X-jet hacia las inmediaciones del lago Álkali. Encuentran a Cíclope internado en el bosque, terriblemente malherido, desnutrido y deshidratado, atacado por animales e inconsciente. Allí, unos lobos que lo acechan los atacan, e incluso antes de que Logan se pueda defender, Gambito, como se hace llamar Remy, manifiesta sus poderes, atacando y matando a la fiera, para sorpresa de Lobezno. Toman a Scott y lo llevan a la Mansión. Allí, Logan le confiesa a Tormenta que sospecha de Gambito, ya que le resulta extraño que conociera el paradero de Scott, ya que incluso ellos con Cerebro no lo habían logrado encontrar.


Gambito es aceptado a pesar de todo en la escuela, y se instala cómodamente, llegando incluso a flirtear por su personalidad seductora y arrolladora a la mayoría de las féminas del colegio, incluidas profesoras, pero centra su atención en la joven Pícara, que parece corresponderle al agasajo. Esto desata la ira de Bobby, que se encara con facilidad con Gambito, pero que a su vez es consciente de la gran atracción que hay entre ambos, a pesar de la diferencia de edad.


Mientras, Scott despierta en la enfermería del coma y comienza a recuperarse poco a poco de las secuelas de su dramático estado. Conoce la muerte de Jean a manos de Logan, su reacción no es de ira, sólo un poco de tristeza, pero mucha comprensión.


- Logan: “Ella me lo pidió. Comprenderé tu enfado conmigo, pero creo que si tú también la querías habrías hecho lo mismo”.

- Scott: “Logan… gracias. Gracias por hacerlo, con acabar con aquello, porque aquella que me atacó no era Jean, luchaba contra ella misma y me gritaba que huyera, que no quería hacerme daño. Pude oír sus gritos en mi cabeza ¿sabes?. Me llevó con su voz hasta el lago, ¿sólo para pedirme que la matara? ¿Sabes lo duro que es que la persona que más quieres en el mundo se quiera morir?”


Tormenta y Emma Frost se van a Gran Bretaña acudiendo en respuesta a la llamada de Moira. Allí encuentran a un hombre, anclado a una cama, con cientos de tubos y pantallas a su alrededor, su físico es diferente, pero al pronunciar una palabra de elocuencia las dos mujeres ya saben que es Charles Xavier. Tormenta le relata a su mentor todo lo ocurrido en la isla de Alcatraz. Este pensativo pregunta temeroso por Jean, y ellas le dicen que está enterrada dos metros bajo tierra. Charles se queda pensativo.


Mientras, al otro lado del charco, en la escuela, la noche ha caído. Cada uno en su cuarto duerme, pero extraños sonidos que proceden del jardín despiertan a Logan. Este baja y se encuentra con algo inaudito, la profanación de la tumba de Jean Grey. Deprisa alerta a la escuela, ni él mismo considera que haya sido una mala jugarreta de alguien, esto es algo más serio. Con un encolerizado Scott, se lanza a la búsqueda del autor de tan macabro acto por las inmediaciones de la Mansión. En ese momento de desesperación las hermanas Stepford, captan un fugaz pensamiento en la noche, que le hace saber que Gambito ha huido misteriosamente de la Mansión. Henry McCoy ojea el historial de Remy: un ladrón de primera.


Tras informar a Tormenta y a Emma de lo ocurrido, las Stepford localizan a Gambito en un edificio que se asemeja a una ciudadela en el centro de Nueva York. Hacia allí parten Scott y Logan.


Xavier, al conocer la noticia por medio de Tormenta y Emma se alerta mucho y las apremia a que regresen rápido para impedir que Gambito lleve a cabo sus planes con el cuerpo inerte de Jean.


- Xavier: “Hace unas horas no podía sentirla, pero ahora veo cada uno de sus pensamientos como si fueran los míos. Hay gente que mataría por ese cuerpo”.


Tormenta, viendo su extraño nerviosismo le presiona para que le confiese lo que esconde. Charles se resiste, y Emma Frost tiene que recurrir así a su telepatía para entrar en su poderosa mente y forzarlo. Entre los dos se establece una lucha psíquica.


- Emma: “Dime Xavier, ¿qué esconde Jean Grey? ¿Qué hace que su cuerpo sea tan valioso?”

- Xavier: “Sé quien eres Emma, y ni tú ni los tuyos lograreis doblegarnos”.


Pero Emma consigue entonces neutralizarlo y dejarlo en trance para que cuente lo que esconde, pero sólo aquello que a Emma le parece oportuno que Tormenta conozca: hacía veinte años, cuando acudió en busca de la pequeña Jean, un hombre se lo había intentado evitar tanto a él como a Eric, reclamándola para sus experimentos, pero la cría al final había se había ido con ellos. Xavier temía que detrás de Gambito se escondiera esa perversa mente que había aprovechado la “muerte” de Jean y la ausencia de Xavier para conseguir hacer sus experimentos genéticos sobre ella.


Con la Mansión vacía de adultos, Magneto se aventura a entrar en ella en busca de un mutante. Con él no sólo va Pyros, sino una serie de mutantes como Avalancha, Mole, el hijo de Magneto: Mercurio, y Dientes de Sable y Sapo, que habían vuelto a unirse a su causa. Así pues, los jóvenes integrantes de los X-men repelen la intromisión de la Hermandad como pueden. La pequeña Gatasombra se enfrenta a Mole, moviéndose con rapidez y desorientándolo. Hombre de hielo lucha contra Avalancha cuerpo a cuerpo, y cuando Magneto le pide que eche a bajo la Mansión, Bobby se ve obligado a usar sus poderes y a congelarlo hasta media cintura y los brazos para que no pueda moverse, y así lo deja, dando gritos de desesperación en mitad del jardín. Pícara consigue absorber durante un momento los poderes de Mercurio y ambos se lanzan a una lucha a velocidades supersónicas. Coloso se enfrenta a Dientes de Sable, destrozando todo a su paso. Bestia hace lo propio con Sapo, ambos trepando por las paredes de la mansión, mientras que por debajo huyen chiquillos despavoridos. Pyros lucha contra Ángel, y sin ningún tipo de compasión le quema las alas, cayendo Warren abatido al suelo, dolorido por saber que jamás volverá a volar Entre tanto, Magneto ha conseguido encontrar al mutante que buscaba, una joven de unos diecisiete años, de pelo y ojos verdes, Polaris. Magneto le asegura que no quiere dañarla, que lo único que desea es que se una a su causa, ella le interroga sobre el porqué de este interés en ella, y el le confiesa para desesperación de la chica que es su padre. Lorna Dane se encuentra así entre la espada y la pared, por un lado ve a sus compañeros siendo vencidos por la Hermandad, y por otro, Magneto le tiende la mano hacia el progreso, la hegemonía de los mutantes, le da un lugar a su derecha en su ascensión, y lo más importante para ella, le ofrece lo que siempre ha deseado, un padre, un verdadero padre que jamás ha tenido.


Lorna al fin decide y se une a él para satisfacción de Magneto. Cuando parece que ya están vencidos los hombres X, para sorpresa de todos, incluidos los X-Men, los jóvenes que habitan en la escuela se revelan y luchan contra la Hermandad. Tenemos así a casi cincuenta niños armados con poderes luchando contra unos adultos que huyen despavoridos de la Mansión, creando así una serie de acontecimientos muy divertidos, como cuando Júbilo ciega a Mole con sus poderes (“¿Te gustan los colorines, masa deforme?”), y éste camina torpemente rompiendo todo lo que encuentra a su paso.


Entre tanto, Logan y Scott han llegado al centro de Nueva York. Entran en el edificio al que les han conducido las Stepford, que está desértico de personal, toda la edificación es como una gran sala científica, todo informatizado y con jaulas con animales que parecen mutados y alterados genéticamente como “conejillos de indias”. Ambos se encuentran horrorizados por lo que allí ven, tanto que no se dan cuenta de la siniestra presencia que los acecha con sigilo.


Emma y Tormenta han llegado a toda prisa a la mansión, y allí se encuentran con los destrozos de la batalla. Hablan con Magneto y le dicen que Essex ha robado el cuerpo de Jean y que el resultado puede ser mortífero para la humanidad, aunque en cierto modo desconocen los planes del científico. Magneto debe intuir algo y prepara su equipo para intervenir a espaldas de los X-Men. Las Stepford dicen a Tormenta y Emma la localización de Scott y Logan y estas toman al equipo y se marchan a Nueva York.


Logan y Scott encuentran a Jean en un laboratorio, inconsciente y conectada a infinidad de cables y aparatos. Intentan sacarla e allí, pero antes de que lo consigan aparece Gambito para detenerlos. Se produce entonces una lucha feroz entre los tres hombres, que aun siendo mayoría los hombres X no son capaces de derrotar al cajún. Le preguntan que para qué quiere el cuerpo de Jean, ignorando aún que está viva, y este responde que no es para él, si no un encargo de su señor.


A causa de la fuerte lucha empiezan a destruir todo a su alrededor, creándose un incendio que se expande por todo el edificio debido a las chispas que saltan de los aparatos. La disputa de los tres hombres en esta situación se vuelve más tensa, acabando seriamente heridos.


Entonces, cunado casi parece que los X-Men están derrotados aparece detrás de Gambito la misteriosa figura que los acechaba, un hombre inmensamente alto, con la piel pálida, ligeramente azulada, y con unos inquietantes ojos blancos sin iris casi visible, aquel que se hace llamar Mister Siniestro.


- Mister Siniestro: “No retrocedáis ante mi, hermanos míos, ¿o es que ya no me recuerda, Summers?”


Cíclope reconoce al hombre, el doctor Essex, que de niño se había ofrecido ayudarlo con sus poderes mutantes, pero que había terminado tratándolo como una rata de laboratorio, y el pequeño Scott había huido y encontrado asilo en el instituto de Xavier.


- Scott: “¿Para qué demonios quieres el cuerpo de Jean, Essex? ¿Es que ni después de muerta la vais a dejar en paz?”

- Siniestro: “Querido niño, el Fénix no está muerto, el Fénix no muere así como así, el Fénix bulle dentro de ella, esperando para darle la vida”

- Lobezno: “¿Jean está viva?”

- Siniestro: “No sólo está viva, sino que ella es la vida, ella engendra vida.”

- Scott: “¿Cómo?”

- Siniestro: “La genética, hijo mío, la genética”


Siniestro relata cómo Xavier se le adelantó a la hora de conseguir a Jean, que él también había presentido el enorme potencial de la niña y como afamado genetista que era quería explotar sus recursos hasta el límite. Gambito comprende que Siniestro le ha utilizado.


- Gambito: “Yo sólo era un simple ladrón que debía robar un cuerpo, tu acciones son a contra natura”

- Siniestro: “Me debes la vida Gambito”

- Gambito: “Mi deuda ya fue saldada, mon ami”


Y se une a Cíclope y Lobezno, demostrando de manera grácil su innato y apasionante carácter.


- Siniestro: “Yo, a diferencia de vosotros, afortunados, nací siendo un rastrero homo sapiens, pero miradme ahora, la genética es la fuente de la vida, la sangre de mi señor me da el poder, y podría destruir este lugar si así me placiera”


Exhibe sus superpoderes luchando contra ellos, y estos no pueden más que contemplar la fuerza de su contrincante. En un momento en el que Siniestro parece mostrar algo de debilidad, Cíclope, cuyo pensamiento no es otro que salvar a Jean, apremia a Lobezno para que la libere de los cables que la adormecen y aprisionan. Así pues el velludo canadiense se vale de sus garras para liberarla, esto desata la ira de Siniestro


- Siniestro: “Maldito ser primitivo, ¿es que realmente quieres “matarlos”?”

Pero ya es tarde para las súplicas de Siniestro y Jean despierta en brazos de Logan.

- Lobezno: “Ey, pelirroja, bienvenida de nuevo”.

Siniestro empieza a emitir energía poderosamente, haciendo temblar los cimientos del céntrico edificio de Manhattan.


Mientras, en la Mansión, Ángel está en la enfermería, sentado sobre una camilla, los ojos rojos de rabia, toca las pocas plumas que consiguió salvar de sus alas, su espalda, ensangrentada, y tras muchos años, ahora tan ligera le parecía. La sala en penumbras esconde una figura de la que solo vemos brillar los ojos y que habla con voz de ultratumba y desde luego nada humana.


- Voz: “Lo peor que le puede pasar a alguien, es que le corten las alas”

- Warren: “¿Quién eres?"

- Voz: “Alguien que puede devolverte lo que te han quitado”

- Warren: “¿De verdad puede ayudarme?”

- Voz: “Claro, hijo, yo soy dios”


En ese instante el resto de los X-Men llegan al lugar, sorprendidos por el rascacielos que empieza a desmoronarse. La gente abajo en la calle huye despavorida, en las noticias se vuelve a hablar de un atentado terrorista en el corazón de Nueva York. El presidente de los Estados Unidos manda allí todos los militares disponibles, instaurándose así en la ciudad el estado de emergencia, la zona se acordona, taques y militares entrando por Wall Street, los cazas, helicópteros y así toda la caballería aérea desplegada en el cielo de Manhattan. Pero no sólo eso, sino que cree que es Magneto el que se encuentra tras el incidente, y llama a los altos cargos de defensa para que pongan en práctica un nuevo proyecto, adelantándose así a su fecha de inauguración: los Centinelas. Cientos de ellos vuelan hacia nueva York, dispuestos a acabar con el primer mutante que encuentren.


Dentro del edificio para sorpresa de todos Emma Frost le da la espalda a los X-Men y se une a Siniestro.


- Tormenta: “Ya te decía yo que no me olía bien”.

- Logan: “Tendré que empezar a hacerte caso”.

- Tormenta: “Claro, las feromonas te nublaban el olfato”.


Así Siniestro explica como una organización privada y selectiva de mutantes llamada El Club Fuego Infernal estaba financiando las investigaciones del científico y Frost era su mutante infiltrada, la que debía informar sobre todos los por menores.


- Emma: “Sólo el fuerte sobrevive, el débil está condenado a ser víctima de la guerra”

- Gambito: “No eres tú la primera que dice eso”.


El combate llega a su punto álgido cuando aparecen los Centinelas. Siniestro por su parte intenta convencer a Lobezno de que se una a él.


- Siniestro: “Que triste es luchar eternamente. Únete a mi, únete a mi causa, con tu potencial podrías ser uno de los pocos elegidos”

- Logan: “Me extraña que seas tú, tío raro, el que ha organizado todo esto, dime, quien es el cerebro que te guía”

- Siniestro: “Aquel cuyo nombre ya se escribió hace miles de años”.

- Lobezno: “Lo siento tío, pero si me hablas en clave no te entiendo”.


Lobezno lucha contra Siniestro mientras que los demás se ocupan de los Centinelas, tal vez demasiados para ellos.


En un momento Pícara y Gambito luchan casi juntos, un Centinela se encara con el cajún.

- Pícara: “¡Remy, cuidado!”

- Gambito: “Tranquila mon chére, Gambito siempre tiene un naipe bajo la manga” - y lanza una carta endiablada contra el robot, volándole la cabeza.


La Hermandad se presencia en el lugar.


- Siniestro (que se ve acorralado por Lobezno): “Magneto, tú y yo creemos en la misma causa, en la superioridad de los hijos del átomo, del siguiente paso en la evolución, únete a mi”

- Magneto: “No es que no me atraiga la idea, Essex, es que no podría soportar que me dieran órdenes” - y lucha tanto contra él como contra Frost, que al convertirse en diamante parece invulnerable a las garras de adamantium de Lobezno.


Mientras que la Hermandad centra su atención en los centinelas.


- Hombre de Hielo (a Pyros): “Luchando juntos de nuevo, viejo camarada”.

- Pyros: “Por poco tiempo, cubito de hielo, cuando acabe con este montón de chatarra te voy a derretir”


Polaris demostrando sus poderes magnéticos contra los Centinelas.


Siniestro, Emma, Lobezno, Cíclope, Tormenta, Magneto y Jean luchando entre ellos, una guerra de titanes incomparable a la que los jóvenes fuera llevan a cabo con los Centinelas. En esta lucha hay mucho más de emotivo, de ira, rabia, dolor.


- Tormenta: “Para qué quieres a Jean, Siniestro, qué se esconde en ella”. - recordando las palabras de Xavier.

- Logan: “Estás un poco pasado de moda si lo que quieres es el Fénix Oscuro. Ese está extinguido, amigo”.

- Siniestro: “¿El Fénix?, creo que no lo captáis X-Men. El Fénix es primitivo comparado con lo que esconde esa mujer… en su vientre”.

- Cíclope: “De qué estas hablando”.

- Jean: “Scott… estoy embarazada. (Todos se quedan

como en estado de shock) Por eso te llamé al lago, no era yo la que estaba viva, sino el niño, te llamé para que lo salvaras; cuando estaba allí abajo, con toda esa masa de agua viniéndoseme encima, lo único que pedí con todas mis fuerzas es que al menos el niño se pudiera salvar. Era algo ilógico, porque si yo moría… pero fue mi corazón y no mi lógica la que lo salvó; el Fénix, todo mi poder se centró en crear un escudo telequinético alrededor de él, así cuando yo quedé desprotegida de la fuerza que evitaba que el Fénix Oscuro saliera, éste se apoderó de mi. Lo siento tanto Scott… debí decírtelo antes de que me marchara a Boston con Tormenta. Pero como iba a imaginar yo que acabaría así…” - dice esto llorando.

- Siniestro: “Y tú Logan estuviste apunto de matarlo al jugar con tus cuchillos, menos mal que el Fénix lo protegía, incluso de su propia madre oscura. Pero, bah… ya me he cansado de hablar, quiero ese niño, está predestinado por su gran potencial a destruir este mundo, y junto a mi amo podrían gobernar este universo, será tan oscuro…” - y ataca con todas sus fuerzas a los X-Men, que se defienden como pueden.


Pero esta vez cuentan con Fenix y Cíclope, que parecen haber aumentado sus fuerzas y sobre todo sus ganas tras conocer la existencia del crío. Fénix, envuelta en un alo de fuego, como un pájaro mítico, recorre el exterior del edificio semidestruido y arranca con su telequinesis el techo de la construcción, dejando al descubierto el piso en el que se encuentran todos, y así bajo la oscuridad de la noche, sólo alumbrados por los centinelas que sobrevuelan la ciudad y por los recodos del incendio, luchan con la inmensa panorámica de Manhattan.


Emma y Jean comienzan una lucha psíquica de enormes proporciones. Los X-Men tienen acorralado a Siniestro, que se revuelve como un perro rabioso, y que parece que va a ser derrotado.

Emma y Jean comienzan una lucha psíquica de enormes proporciones. La mujer X derriba a la Reina Blanca, e impasiva mira con fuego en los ojos, elevada unos centímetros del suelo, como si la levitación fuera su medio de locomoción habitual, como Emma se agarra la cabeza, y como lloran sus ojos por el dolor que siente.

En un desesperado ataque psíquico Emma contraataca gritándole a Jean tanto con la voz como con su telepatía.


- Emma: ¡No eres humana, Jean Grey!


Jean cae de su levitación al suelo, y se levanta poco a poco con los ojos en fuego vivo, ensangrentados y con los dientes apretados.


- Jean: El fuego del Fénix se abre paso a través de las mentiras, Emma Frost. Así que arde.


Se ven unas imágenes muy rápidas que resumen la vida de Emma Frost, así como Jean se abre paso a través de sus pensamientos para volverla loca. Vemos escenas del Club Fuego Infernal y todos sus altos cargos, y por último unos ojos rojos que se esconden en la oscuridad.

Emma grita y se acurruca de dolor.


En esos momentos aparece un helicóptero que transporta a Sebastian Shaw, jefe del Club Fuego Infernal (al que también hemos visto en los pensamientos de la Reina Blanca), que a pesar del intento de evitarlo, acaba llevándose a Emma y a Siniestro.


- Shaw: “Esto no ha acabado aquí, X-Men. El final de los débiles s acerca, y se alzará un Ser como el mundo nunca ha visto. Si os unís a su causa tal vez se benévolo con vosotros".


Logan corre por la azotea detrás del helicóptero gritando.


- Lobezno: “¡Maldita sea!, ¿vamos a dejar que se escapen? ¿Vamos a tener compasión de esos asesinos?”

- Cíclope: “El día en el que dejamos de mostrar compasión por nuestros enemigos, Logan, es el dia en el que nos convertimos en el enemigo” (en el momento en el que Jean se acerca a Scott y ambos no pueden más que mirarse a los ojos por la emoción del momento. Cíclope se limita a secarle las lágrimas de sangre que aún caen de los ojos de la madre de su hijo).

- Gambito: “Podemos no haber ganado la batalla, amigos, pero la guerra aún no ha acabado” (poniendo una mano sobre el hombro de Lobezno, que la quita despectivamente, sobre todo tras ver de nuevo a Jean y a Scott juntos).


En ese momento aparece Bestia con el X-Jet y se los lleva antes de que los Centinelas puedan alcanzarlos.


[...]


Han pasado un par de días después de la lucha en Nueva York, el presidente, ajeno a lo que de verdad ha ocurrido culpa directamente a Magneto, y el rey del magnetismo lanza un comunicado a través de la televisión diciendo que ahora más que nunca en este mundo hay fuerzas que ni los humanos ni los mutantes, podrían controlar, a su derecha, Polaris mira con orgullo a la cámara y a su padre, mientras que a la izquierda, Mercurio asiente convencido de las palabras de su padre.

Aun la voz de Magneto esconde preocupación por lo que planea El Club Fuego Infernal y Siniestro, y aquella misteriosa fuerza que los controla a ambos.

Los X-Men ajenos a todo visitan a Xavier en Gran Bretaña.


- Jean: “Profesor, temo por lo que me dijo Siniestro, que mi hijo sería tan oscuro e incontrolable, tal vez sí que vaya a nacer para destruir el mundo”

- Xavier: “Jean, ese niño será lo que tú quieras que sea, (mira a Scott) lo que queráis que sea. Todos tenemos capacidad para la maldad… pero son las decisiones que tomamos las que determinan como somos”.

- Jean: "Profesor..., yo... siento lo que ocurrió. Siento lo que le hice (llorando)"

- Xavier: "Soy yo el que debe disculparse. Con todos (los mira, sobre todo a Logan). Supe de lo que eras capaz y no me atreví ni siquiera yo mismo a admitirlo. Pero ahora nos queda una vida por delante... oh! y hay muchos niños esperando vuestra vuelta (sonríe, aunque sin alegría)".


Esa misma noche, el Profesor descansa, aún entubado en el hospital, las sombras cubren la habitación, pero Charles nota una presencia en el cuarto.


- Xavier: “¿Quién eres?”

- Voz: “Tú sabes quien soy, porque te he visitado en tus sueños... Yo soy el Apocalipsis, el fin de esta Era y el comienzo de una nueva”

- Xavier: “Cierto, sé quien eres, y lo que quieres. Pero dime, En Saba Nur, ¿para que quieres ese niño?”

- Apocalipsis: “Lo sabes Xavier, lo sabes desde hace mucho, ese niño será el cable que unirá pasado, presente y futuro… será eso y mucho más. Mi más viejo futuro enemigo… o aliado. Y tú lo sabias Charles… ¿por qué te lo callaste? ¿Cuántas cosas más ocultas?”

- Xavier: “Las suficientes para que no acabes con este mundo”


Apocalipsis se pasea lentamente por la habitación escondido entre las sombras, solo se ven sus ojos brillantes y sus dientes al hablar.


- Apocalipsis: “El día en el que todo lo oscuro que reprimes salga a la luz, Charles, ese día serás un enemigo temible. Y veré ese día, porque yo no pienso marcharme, Charles Xavier: padre de la concordia (con desprecio en la voz). Nosotros no desapareceremos, ahora les toca a ellos, y cualquiera que se ponga por medio, sea amigo o enemigo, se encontrará con mi furia. Ésta ya no es una guerra entre mutantes y humanos, es la guerra entre los débiles y los fuertes. Y yo voy a ganarla”

- Xavier: “Y nosotros siempre estaremos ahí para impedirlo, Apocalipsis. Recuerda que el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente”


Y Apocalipsis desaparece en la noche como un susurro.


En la Mansión están siendo arreglados los desperfectos de la lucha.

Todos preguntan por Ángel, y creen que tras perder las alas ha huido, pero desconocen su marcha con Apocalipsis.

Gambito ha decidido quedarse, sobre todo por Pícara.

Bobby, sabiendo que no tiene nada que hacer con ella, decide que lo mejor será dejar la relación.

Todos centran su atención y sus cuidados en Jean. Finalmente la vemos a ella, como entramos en su vientre, hasta llegar a los genes del niño, el siguiente paso en la evolución…



…FIN…

Publicado originalmente por DarkPhoenix el Viernes 12 de Enero de 2007


Reviviendo Guiones X-Men

Desagradable sorpresa me he llevado al ver que el sitio "Guiones de X-Men", el cual estaba hospedado en blogspot al igual que este sitio, ha desaparecido.

Afortunadamente parece que con ayuda de Wayback Machine he podido recuperar todos los trabajos (entre los que se encontraban algunos de DarkPhoenix y míos), así que iré publicándolos en este sitio en el orden en que se publicaron originalmente, poniendo una cita a los comentario que originalmente se hicieron en cada uno de los trabajos.

Personalmente creo que cuando un sitio tiene trabajo de otras personas ajenas al responsable no se debe de dar de baja tan fácilmente (si es que esto fue lo que paso).

Espero que disfruten leyendo nuevamente ó por primera vez todas esas historias que con cariño compartimos con ustedes y que gracias a este sitio volverán a la vida.


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